Lectura del 14 de Julio


Primera lectura

Isaías 7:1-9
1 En tiempo de Ajaz, hijo de Jotam, hijo de Ozías, rey de Judá, subió Rasón, rey de Aram, con Pécaj, hijo de Remalías, rey de Israel, a Jerusalén para atacarla, más no pudieron hacerlo.
2 La casa de David había recibido este aviso: «Aram se ha unido con Efraím», y se estremeció el corazón del rey y el corazón de su pueblo, como se estremecen los árboles del bosque por el viento.
3 Entonces Yahveh dijo a Isaías: «Ea, sal con tu hijo Sear Yasub al final del caño de la alberca superior, por la calzada del campo del Batanero, al encuentro de Ajaz,
4 y dile: «¡Alerta, pero ten calma! No temas, ni desmaye tu corazón por ese par de cabos de tizones humeantes,
5 ya que Aram, Efraím y el hijo de Remalías han maquinado tu ruina diciendo:
6 Subamos contra Judá y desmembrémoslo, abramos brecha en él y pongamos allí por rey al hijo de Tabel.»
7 Así ha dicho el Señor Yahveh: No se mantendrá, ni será así;
8 porque la capital de Aram es Damasco, y el cabeza de Damasco, Rasón; Pues bien: dentro de sesenta y cinco años, Efraím dejará de ser pueblo.
9 La capital de Efraím es Samaría, y el cabeza de Samaría, el hijo de Remalías. Si no os afirmáis en mí no seréis firmes.»

Salmo responsorial

Salmo 48:2-8
2 Grande es Yahveh, y muy digno de loa en la ciudad de nuestro Dios; su monte santo,
3 de gallarda esbeltez, es la alegría de toda la tierra; el monte Sión, confín del Norte, la ciudad del gran Rey:
4 Dios, desde sus palacios, se ha revelado como baluarte.
5 He aquí que los reyes se habían aliado, irrumpían a una;
6 apenas vieron, de golpe estupefactos, aterrados, huyeron en tropel.
7 Allí un temblor les invadió, espasmos como de mujer en parto,
8 tal el viento del este que destroza los navíos de Tarsis.

Evangelio

Mateo 11:20-24
20 Entonces se puso a maldecir a las ciudades en las que se habían realizado la mayoría de sus milagros, porque no se habían convertido:
21 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en vosotras, tiempo ha que en sayal y ceniza se habrían convertido.
22 Por eso os digo que el día del Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotras.
23 Y tú, Cafarnaúm, ¿hasta el cielo te vas a encumbrar? ¡Hasta el Hades te hundirás! Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, aún subsistiría el día de hoy.
24 Por eso os digo que el día del Juicio habrá menos rigor para la tierra de Sodoma que para ti.»

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