Primera lectura
II Corintios 9:6-10
6 Mirad: el que siembra con mezquindad, cosechará también con mezquindad; el que siembra en abundancia, cosechará también en abundancia.
7 Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría.
8 Y poderoso es Dios para colmaros de toda gracia a fin de que teniendo, siempre y en todo, todo lo necesario, tengáis aún sobrante para toda obra buena.
9 Como está escrito: Repartió a manos llenas; dio a los pobres; su justicia permanece eternamente.
10 Aquel que provee de simiente al sembrador y de pan para su alimento, proveerá y multiplicará vuestra sementera y aumentará los frutos de vuestra justicia.
Salmo responsorial
Salmo 112:1-2, 5-9
1 ¡Aleluya! ¡Dichoso el hombre que teme a Yahveh, que en sus mandamientos mucho se complace!
2 Fuerte será en la tierra su estirpe, bendita la raza de los hombres rectos.
5 Feliz el hombre que se apiada y presta, y arregla rectamente sus asuntos.
6 No, no será conmovido jamás, en memoria eterna permanece el justo;
7 no tiene que temer noticias malas, firme es su corazón, en Yahveh confiado.
8 Seguro está su corazón, no teme: al fin desafiará a sus adversarios.
9 Con largueza da a los pobres; su justicia por siempre permanece, su frente se levanta con honor.
Evangelio
Juan 12:24-26
24 En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto.
25 El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para una vida eterna.
26 Si alguno me sirve, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Si alguno me sirve, el Padre le honrará.