Primera opción
Primera lectura
Jeremías 30:1-2, 12-15, 18-22
1 Palabra que fue dirigida a Jeremías de parte de Yahveh:
2 Así dice Yahveh el Dios de Israel: Escríbete todas las palabras que te he hablado en un libro.
12 Porque así dice Yahveh: Irremediable es tu quebranto, incurable tu herida.
13 Estás desahuciado; para una herida hay cura, para ti no hay remedio.
14 Todos tus amantes te olvidaron, por tu salud no preguntaron. Porque con herida de enemigo te herí, castigo de hombre cruel, (por tu gran culpa, porque son enormes tus pecados).
15 ¿Por qué te quejas de tu quebranto? Irremediable es tu sufrimiento; por tu gran culpa, por ser enormes tus pecados te he hecho esto.
18 Así dice Yahveh: He aquí que yo hago volver a los cautivos de las tiendas de Jacob y de sus mansiones me apiadaré; será reedificada la ciudad sobre su montículo de ruinas y el alcázar tal como era será restablecido.
19 Y saldrá de entre ellos loor y voz de gente alegre; los multiplicaré y no serán pocos, los honraré y no serán menguados,
20 sino que serán sus hijos como antes, su comunidad ante mí estará en pie, y yo visitaré a todos sus opresores.
21 Será su soberano uno de ellos, su jefe de entre ellos saldrá, y le haré acercarse y él llegará hasta mí, porque ¿quién es el que se jugaría la vida por llegarse hasta mí? – oráculo de Yahveh -.
22 Y vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.
Salmo responsorial
Salmo 102:16-21, 29, 22-23
16 Y temerán las naciones el nombre de Yahveh, y todos los reyes de la tierra tu gloria;
17 cuando Yahveh reconstruya a Sión, y aparezca en su gloria,
18 volverá su rostro a la oración del despojado, su oración no despreciará.
19 Se escribirá esto para la edad futura, y en pueblo renovado alabará a Yahveh:
20 que se ha inclinado Yahveh desde su altura santa, desde los cielos ha mirado a la tierra,
21 para oír el suspiro del cautivo, para librar a los hijos de la muerte.
22 Para pregonar en Sión el nombre de Yahveh, y su alabanza en Jerusalén,
23 cuando a una se congreguen los pueblos, y los reinos para servir a Yahveh.
29 Los hijos de tus siervos tendrán una morada, y su estirpe ante ti subsistirá.
Evangelio
Mateo 14:22-36
22 Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de él a la otra orilla, mientras él despedía a la gente.
23 Después de despedir a la gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba solo allí.
24 La barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios, zarandeada por las olas, pues el viento era contrario.
25 Y a la cuarta vigilia de la noche vino él hacia ellos, caminando sobre el mar.
26 Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se pusieron a gritar.
27 Pero al instante les habló Jesús diciendo: «¡Animo!, que soy yo; no temáis.»
28 Pedro le respondió: «Señor, si eres tú, mándame ir donde ti sobre las aguas.»
29 «¡Ven!», le dijo. Bajó Pedro de la barca y se puso a caminar sobre las aguas, yendo hacia Jesús.
30 Pero, viendo la violencia del viento, le entró miedo y, como comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor, sálvame!»
31 Al punto Jesús, tendiendo la mano, le agarró y le dice: «Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?»
32 Subieron a la barca y amainó el viento.
33 Y los que estaban en la barca se postraron ante él diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios.»
34 Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret.
35 Los hombres de aquel lugar, apenas le reconocieron, pregonaron la noticia por toda aquella comarca y le presentaron todos los enfermos.
36 Le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaron salvados.
Segunda opción
Primera lectura
Ezequiel 3:17-21
17 «Hijo de hombre, yo te he puesto como centinela de la casa de Israel. Oirás de mi boca la palabra y les advertirás de mi parte.
18 Cuando yo diga al malvado: «Vas a morir», si tú no le adviertes, si no hablas para advertir al malvado que abandone su mala conducta, a fin de que viva, él, el malvado, morirá por su culpa, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti.
19 Si por el contrario adviertes al malvado y él no se aparta de su maldad y de su mala conducta, morirá él por su culpa, pero tú habrás salvado tu vida.
20 Cuando el justo se aparte de su justicia para cometer injusticia, yo pondré un obstáculo ante él y morirá; por no haberle advertido tú, morirá él por su pecado y no se recordará la justicia que había practicado, pero de su sangre yo te pediré cuentas a ti.
21 Si por el contrario adviertes al justo que no peque, y él no peca, vivirá él por haber sido advertido, y tú habrás salvado tu vida.»
Salmo responsorial
Salmo 117:1-2
1 ¡Alabad a Yahveh, todas las naciones, celebradle, pueblos todos!
2 Porque es fuerte su amor hacia nosotros, la verdad de Yahveh dura por siempre.
Evangelio
Mateo 9:35–10:1
35 Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Nueva del Reino y sanando todo enfermedad y toda dolencia.
36 Y al ver a la muchedumbre, sintió compasión de ella, porque estaban vejados y abatidos como ovejas que no tienen pastor.
37 Entonces dice a sus discípulos: «La mies es mucha y los obreros pocos.
38 Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.»
1 Y llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y toda dolencia.